¿No te has preguntado nunca por qué nuestro ritmo de vida nos obliga ir a toda pastilla? Lo cierto es que en nuestra cultura se suele asociar la rapidez con la eficacia y productividad personal. Si no haces las cosas rápido además de bien, no es suficiente como para considerarse un buen trabajo.
Pero de vuelta a la realidad, estas prisas constantes y estas ganas de querer acabar todo cuanto antes mejor, nos hace más daño de lo que podríamos pensar en un principio. De hecho, en la rapidez y las prisas está la razón de ser del estrés. Si no tuviéramos tanta presión por rendir a un intensidad alta, viviríamos más felices y relajados.
Estamos siempre tan obsesionados con llegar a nuestro fin y hacerlo lo más rápido posible, que no nos damos cuenta de todo aquello que nos perdemos de la magia del camino. Si no disfrutamos del proceso, nos estamos perdiendo la mitad de la diversión.
Cómo adoptar un ritmo de vida slow
El principio en el cual se basa el movimiento slow, nos dicta que para crear algo de calidad, es necesario tomarse un tiempo. Esta filosofía surgió en los años 80 como protesta cuando en una ciudad italiana, se instaló un restaurante de comida rápida que hacía las hamburguesas en segundos.
De esta forma, querían manifestar que tanto el comer como el cocinar, no debería tener como único objetivo llenar la barriga, sino que existe todo un proceso que merece la pena tomar en consideración para disfrutar al máximo del momento. Empezando así por el cocinero, que dedica su tiempo y mimo en hacer el plato, y acabando por el comensal, el cual disfruta la comida y comparte el momento en compañía convirtiéndolo también una actividad social.
De hecho, el movimiento slow food ha demostrado ser muy positivo tanto para la salud mental como física de las personas que lo practican. Algunos de los beneficios más interesantes que ofrecen son la buena digestión y una mejora en la asimilación de los nutrientes. Por otra parte, también está el componente social, ya que las comidas, sobre todo en la cultura europea, son actividades que están muy relacionadas con los vínculos y las relaciones con otras personas.
Tanto éxito está teniendo el movimiento slow que incluso han surgido hogares slow, los cuales están diseñados para que los inquilinos se sientan en contacto constante con la naturaleza y el entorno, primando los espacios abiertos e iluminados por la luz natural.
El movimiento slow se compone de diversos submovimientos, cada uno de ellos enfocados a una área distinta: slow food, slow fashion, cittaslow y slow house.
Este principio puede ser aplicado a prácticamente cualquier área de nuestra vida: la pareja, las amistades, los amigos, los hábitos, el deporte, la comida, y en general, cualquier actividad de nuestro día a día.
De esta forma, este estilo de vida nos permite ser mucho más conscientes de lo que hacemos, encontrando la felicidad en aquellas actividades más rutinarias, poniendo el foco en la calidad, y no tanto en la rapidez a la que llegamos a nuestro fin.
Obviamente, desde un punto de vista de productividad, estaremos haciendo menos, pero no solo la calidad final será mucho mejor, sino que también habremos disfrutado de todo el proceso, exprimiendo nuestra vida al máximo.
Vivir una Experiencia slow en AIRE
Aunque cambiar la perspectiva de vida a un estilo slow puede llegar a ser algo complicado, lo cierto es que podemos empezar dando pequeños pasos y probando experiencias relacionadas con esta filosofía para darnos tomar consciencia de cómo puede llegar a cambiar por completo nuestra vida.
En nuestro centro de AIRE en Vallromanes tenemos dos exclusivas experiencias basadas enteramente en la filosofía slow.
Slow Emotions
La experiencia Slow Emotions incluye el alojamiento en una habitación doble con terraza, un desayuno premium con ingredientes orgánicos especialmente escogidos para nutrir tu cuerpo, un circuito termal libre por todas nuestras instalaciones, un relajante masaje de 30 minutos, un zumo orgánico y una copa de cava de bienvenida.
Dating with nature
Esta experiencia de dos días en un entorno maravilloso pretende que conectes contigo mismo y la naturaleza. Dating with nature incluye el alojamiento en habitación Garden Suite, desayuno con productos 100% orgánicos, almuerzo o cena gastronómica orgánica y nuestro ritual joya The Vegan Experience by Ayuna. Todo ello ambientado en un entorno de ensueño, en plena naturaleza, perfecto para desconectar y vivir una experiencia absolutamente única mientras aprendemos a tomarnos la vida en modo slow.