¿Alguna vez has pensado en desconectarte temporalmente de todas las formas de Internet que utilizas, como redes sociales, aplicaciones, mensajes de texto y correo electrónico? ¿Nunca? Piensa en hacer una desconexión digital como una forma de liberar algo de estrés y ansiedad que no te son útiles. Simplemente puedes mejorar tu salud, tu vida familiar y tu vida laboral.
Al desconectarte, permites que nuevas ideas creativas entren en tu mente, que renueven, refresquen y vigoricen tu cerebro, el cual puede estar sobrecargado de información. También puedes encontrar una nueva fuente de energía.
Pero resulta que algunas personas piensan que mantenerse conectado todo el tiempo ayuda a realizar múltiples tareas de manera más efectiva.
Sin embargo, ¿cuánto tiempo puedes pasar sin consultar el correo electrónico o mirar tu teléfono? Clifford Nass, profesor de psicología en la Universidad de Stanford, dice que la multitarea sin parar de hoy en día, en realidad desperdicia más tiempo del que ahorra, y que también puede estar matando nuestra concentración y creatividad.
Las Redes Sociales y el teléfono móvil
La mayoría de las personas no pueden romper el hábito de las redes sociales y el vicio de los smartphones que los ha dominado durante tanto tiempo. Es entendible, probablemente hacer una desconexión digital nos suene genial, pero luego creemos que no podremos, y no lo hacemos. Y es así como nos olvidamos de desconectarnos de todos estos vicios tecnológicos.
Si no sientes que eres una de estas personas, bien por ti. No eres uno de los millones que son adictos a sus teléfonos móviles. Existen estudios que confirman que, en los próximos cinco años, 141,94 días de nuestras vidas se gastarán en el teléfono móvil. Y eso da mucho miedo.
Desconexión digital: hazte un favor y descansa
Este es el objetivo de hacer una desconexión digital. Tómate descansos frecuentes del flujo de información 24x7 y la ansiedad que produce. Esta es una actividad que todo lo consume y que debe detenerse de vez en cuando. Recomendamos que te liberes temporalmente de todos los dispositivos electrónicos que son adictivos para ti. El iPhone, iPad y ordenador portátil son los mayores causantes del problema. Al desconectarte durante 2-3 días o más, te sentirás energizado/a y nuevas ideas comenzarán a inundar tu cerebro. Y esto es algo que sucede automáticamente ¿te convence la idea?
Desconectarse sin agenda en mente
No entres en este momento de desconexión digital con una agenda que no sea desconectarte completamente de este mundo tecnológico que domina tu mente y te gobierna. Piensa en ello de esta manera. Cuando tu cerebro o tu cuerpo están aburridos o necesitan estimulación, ¿qué es lo primero que haces? Vas a Internet, a los smartphones y a las adictivas redes sociales que te hacen sentir mejor de nuevo, ¿verdad? Sí, seguramente.
Las investigaciones han demostrado que nuestros dispositivos electrónicos nos dominan a muchos de nosotros. Hombres y mujeres de todas las edades se ven afectados. Tal vez no eres una de estas personas. Pero, si te das cuenta de que tus dispositivos dominan tu tiempo, tómate un descanso por unos días de vez en cuando. Los beneficios de desconectar superan con creces los pensamientos y las posibles desventajas de no estar conectado en absoluto. Te recomendamos hacer una desconexión digital de 2-3 días, dos veces al mes.
Desconecta en nuestros centros AIRE
¿Sabías que en nuestros centros AIRE no está permitida la entrada de los teléfonos móviles? De esta forma nos aseguramos que desconectes al 100% de tus problemas y puedas disfrutar de nuestras relajantes experiencias con todos tus sentidos.
No hay mejor lugar en el mundo para comenzar una desconexión digital que en AIRE. Tenemos un gran número de experiencias para elegir. Si nunca nos has visitado, te recomendamos completar un recorrido termal por nuestras distintas salas e instalaciones. Y para finalizar, realizarte un masaje profundo que te ayude a recuperar tu cuerpo y mente.
Toda una experiencia de bienestar que resultará perfecta para vivir un momento de desconexión dedicado a mimar nuestra piel y nuestra alma.
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