Ikigai. La razón de vivir

La cultura asiática siempre se nos ha antojado muy distinta a la occidental. Sin embargo, estas diferencias no significan que no podamos aprender cosas acerca de este tipo de filosofías, las cuales nos ofrecen unos conocimientos y aprendizajes que pueden llegar a cambiarnos la vida.

Este es el caso de Ikigai, una forma distinta de ver el mundo la cual aboga por el equilibrio entre nuestras distintas áreas, y en la que nuestra mayor pasión nos sirve de timón para conducir nuestra vida.

Pero, ¿hasta qué punto el Ikigai puede ayudarnos a cambiar transformarnos como personas? Y sobre todo, ¿qué acciones podemos llevar a cabo en nuestro día a día para aplicar los principios de esta filosofía japonesa?

¿Qué es la filosofía del Ikigai?

Según dicen los japoneses, todo el mundo tiene (o debería tener) un ikigai. ¿Y qué significa exactamente ikigai? Pues la traducción que mejor justicia le hace es la de “razón de ser” o “razón de vivir”; aquello que nos apasiona y amamos tanto que nos hace levantarnos todas las mañanas con una sonrisa en los labios.

El ikigai es algo que todo el mundo tiene en su interior, pero nadie puede decirte qué es. Es uno mismo el que a través de la introspección, debería buscar en su interior para encontrar cuál es su ikigai.

El poder de esta filosofía es tal, que se cuenta que puede tener efectos beneficiosos tanto en la psique como en el cuerpo de las personas. Por ejemplo, en Okinawa, la isla con el mayor índice de centenarios de todo el mundo, el ikigai es algo que dirige la vida de todos sus habitantes.

Por otra parte, hay diversos estudios que demuestran que los japoneses, y más concretamente los habitantes de esta isla, disfrutan de una salud de hierro tanto desde la perspectiva psicológica como física.

Por ejemplo, se sabe que hay menos enfermedades crónicas como el cáncer, menos radicales libres en sangre y menos casos de demencia. Claro que esto no solo debe estar relacionado con su filosofía y forma de ver la vida, ya que su envidiable estado de salud también está justificado por su excelente dieta y sus hábitos de vida tan saludables.

¿Cómo aplicar los principios del ikigai a tu vida?

Si estás decidido a incorporar la filosofía ikigai a tu vida, aquí tienes todo un seguido de tips y consejos que te ayudarán a encontrar el tuyo y empezar a vivir un estilo de vida más equilibrado y feliz:

  1. Practica la introspección: una de las bases del ikigai es precisamente la de conocerse a uno mismo. De hecho, si no es con la exploración intrínseca, ¿cómo íbamos a descubrir cuál es la pasión de nuestra vida? Aquella que amamos tanto que nos ayuda a levantarnos todas las mañanas con ilusión y energía.
  2. Encuentra la satisfacción cuidándote a ti mismo: ikigai es también cuidarse a uno mismo, y encontrar satisfacción en ello. Una buena forma de darse culto al propio cuerpo es regalarse una de nuestras Experiencias AIRE, en donde encontrarás el ambiente idóneo para estar en contacto contigo mismo mientras mimas tu cuerpo y tu mente.
  3. Tómate las cosas con más calma: el estrés y los nervios son elementos contraproducentes cuando estamos buscando un estilo de vida más equilibrado. Intenta tomarte las cosas menos en serio, reduciendo tus enfados y viendo las cosas con más perspectiva.
  4. No abandones aquellas cosas que amas: el ikigai es aquello que más amamos. Según los japoneses, jamás deberíamos abandonar ni dejar de hacer aquello que más amamos. Es por eso que en Japón, muchas personas jamás llegan a retirarse ya que no se ven en la necesidad de dejar de hacer algo con lo que disfrutan muchísimo.
  5. Estar en contacto con la naturaleza: los humanos, como seres animales, necesitamos mantener un contacto con la naturaleza más o menos frecuente. No obstante, en ocasiones, y sobre todo para aquellos que habiten en una ciudad, salir de paseo por el campo o la montaña puede llegar a ser muy complicado por la falta de tiempo y de recursos.

​Como verás, el ikigai es un estilo de vida que puede llegar a tener un gran impacto en tu salud física y mental. Disfrutar una vida más equilibrada en la que todos los ámbitos se sientan completos, es la forma más sencilla de encontrar la felicidad en la rutina y las pequeñas cosas.

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