Cuando uno está iniciándose en la milenaria práctica meditativa, mantener la atención o entrar en un estado óptimo de energía a través de la relajación puede llegar a parecer un hito inalcanzable.
Sin embargo, los beneficios de la meditación o el mindfulness son tan interesantes, que cada vez más personas se animan a probar este tipo de actividades con tal de mejorar su calidad de vida.
El trataka, o meditación con un objeto, es uno de los trucos más utilizados, sobre todo cuando se trata de neófitos en la práctica meditativa. Gracias al trataka, hasta las personas más nerviosas y descentradas podrán ser capaces de entrar en un cierto estado de relajación y concentración que poco a poco se irá desarrollando con la práctica.
Aunque el objeto más popular para esta actividad es una vela encendida, puede utilizarse cualquier otro objeto o sujeto, siempre y cuando no se encuentre en movimiento. De hecho, trataka significa literalmente "mirar fijamente con contemplación".
En otras palabras, que el objeto escogido es un detalle poco relevante ya que lo realmente importante es mantener nuestra atención fija en dicho objeto durante un tiempo.
Cómo llevar a cabo la práctica Trataka
Para poder llevar a cabo esta práctica, el primer paso es escoger nuestro objeto de contemplación. En el caso de los principiantes, siempre recomendamos una vela encendida ya que el leve movimiento de su pequeña llama suele ser algo de por sí sumamente relajante.
Una vez lo tenemos, tan solo lo deberemos colocar en un lugar que nos quede a la altura de nuestros ojos estando sentados en el suelo.
Lo siguiente será sentarnos en la posición de loto típica de meditación, y cerrar nuestros ojos durante unos segundos relajando nuestra respiración. Este pequeño lapso de tiempo nos servirá para poder mentalizarnos internamente de que en breves momentos empezará nuestra sesión de meditación.
Cuando te sientas preparado, abre los ojos y mantén tu mirada fija en la vela. Es probable que durante tus primeras sesiones desfilen por tu mente pensamientos intrusivos o imágenes inconexas. No te preocupes, esto es totalmente normal. Cuando esto ocurra, simplemente déjalos pasar sin juzgarlos y sigue con tu práctica.
Mientras te concentras en la pequeña vela, recuerda controlar tu respiración de forma consciente. Lo más seguro es que tu vista acabe por cansarse, e incluso, que te empiecen a picar los ojos. Aguanta todo lo que puedas pero sin forzarte.
Cuando necesites descansar, cierra tus ojos durante unos segundos y haz algunas respiraciones profundas para poder seguir con la práctica.
Cuando creas que es suficiente, finaliza tu sesión meditativa agradeciendo al universo y a ti mismo el esfuerzo y el tiempo invertido. Verás como, a medida que vayas repitiendo esta práctica, irás mejorando tus habilidades meditativas.
¿Qué beneficios tiene el trataka?
El trataka, o meditación con velas, es una práctica muy utilizada para principiantes y como introducción a una sesión meditativa más intensa. Sus beneficios son numerosos y muy interesantes:
Es capaz de reducir la ansiedad
Cuando uno se encuentra en un estado de relativa ansiedad, puede llegar a ser complicado lograr cierto estado de relax para iniciar una práctica meditativa. El trataka es excelente para superar estas barreras y lograr desbloquearnos reduciendo significativamente nuestros estados nerviosos.
Mejora la vista y fortalece los ojos
Al ser una práctica meditativa básicamente visual, estaremos ayudando a fortalecer los nervios y músculos de nuestros ojos, logrando mejorar nuestras capacidades oculares.
Ayuda en la concentración e incrementa la memoria
Como cualquier otra meditación, el trataka también es muy efectiva la hora de mejorar nuestra concentración, memoria y atención plena.
Purifica y estimula el sexto chakra, Ajna
Según los expertos espirituales, la práctica del trataka es perfecta para purificar el sexto chakra, el que está ubicado justo en la zona de nuestro tercer ojo.
Además de todo lo anteriormente mencionado, la práctica meditativa a través del trataka con velas, puede llegar a darnos ese empujón que necesitamos para creer que somos capaces de mantener nuestra atención de una forma efectiva.
Si llevamos tiempo intentando meditar y los métodos clásicos no acaban de funcionar, conseguir entrar en un estado de relajación y concentración plena gracias al trataka, será una inyección de satisfacción para nosotros. Sin duda, un pequeño primer paso hacia una vida más plena y saludable.
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