Kokedama, añade un toque japonés a tu hogar

Kokedama es una técnica japonesa, un arte floral que surgió hace más de 500 años. Consiste en una bola de musgo en la que pueden crecer plantas sin necesidad de usar maceta. Son una opción perfecta para dar un aire natural a tu hogar, pudiendo realizarlas tú mismo dándoles un toque personal o comprarlas hechas directamente.

Además de decorar, las kokedamas ayudan a purificar el aire al absorber los contaminantes del ambiente, tienen la capacidad de reducir el estrés e hidratan la piel gracias a que pueden humedecer el espacio en el que se encuentren. 

Cómo realizar una kokedama

Materiales 

Para poder hacer tu kokedama vas a necesitar los siguientes materiales:

  • Una planta de tu elección.
  • Akadama: arcilla granular japonesa de origen volcánico que conserva muy bien la humedad, evitando los encharcamientos. 
  • Turba: sustrato que se utiliza mucho en agricultura y jardinería que permite cultivar casi cualquier tipo de plantas. Posee una gran capacidad de retención de agua y alta porosidad. 
  • También puedes añadir perlita a la turba, un vidrio volcánico libre de contaminantes que mejora la aireación y aumenta la retención de humedad en los sustratos. 
  • Musgo. El más apropiado es el musgo sphagnum, que tiene la capacidad de retener 20 veces su peso en agua. Tanto con el musgo sphagnum vivo o como con el seco se obtienen buenos resultados.
  • Hilo o pequeño cordón.

Procedimiento a seguir

Realizar una kokedama es muy sencillo. En primer lugar, debes hacer una mezcla equilibrada con turba (tres partes) y akadama (una parte). Después tienes que humedecerla con agua y formar una bola de un tamaño adecuado para la planta que hayas elegido. Para introducir dicha planta debes hacer un agujero en el interior de la bola, presionarla bien y cubrir la bola con el musgo. 

Posteriormente tienes que ir rodeando la bola con el hilo y hacer algunos nudos de vez en cuando. Puedes elegir un hilo fino de algodón del mismo color del musgo para que se disimule o darle un toque de estilo con un cordón grueso de un color llamativo que contraste con el musgo. Un consejo: si los hilos se sueltan puedes coserlos con una aguja a la kokedama.

Y ya está, tienes tu kokedama preparada para decorar el lugar que prefieras de tu casa. Te encantará porque el resultado ¡es espectacular!

Plantas con las que hacer tu kokedama

Puedes hacer una kokedama con prácticamente cualquier tipo de planta. Sin embargo, te recomendamos que uses una planta de interior que no necesite luz directa ya que el sol no es compatible con el musgo. De esta forma conseguirás que tu kokedama dure más tiempo. Es importante que la planta también tenga un crecimiento lento para que no ocupe rápidamente todo el sustrato y las raíces acaben saliendo al exterior de la bola (si esto ocurre, deberás ampliar la kokedama).

Las plantas crasas tampoco son aconsejables ya que las necesidades de humedad del musgo no son compatibles con este tipo de plantas. No obstante, si quieres utilizar una planta crasa, como la echeveria o los cactus pequeños, se podría solucionar este inconveniente utilizando musgo muerto. 

Además, puedes combinar varias plantas para realizar tu kokedama. Algunas plantas que quedan realmente preciosas con las kokedamas son las Ficus ginseng, la ya mencionada echeveria, el crotón, los helechos, la Asplenium nidus, la Espatifilium o el bonsai de conífera y de Punica granatum. 

Cuidados para tu kokedama

La kokedama posee ciertas similitudes con el bonsái, pues ambas técnicas se basan en retener las plantas en una pequeña porción de tierra. No obstante, las kokedamas requieren unos cuidados mucho más sencillos que los bonsáis, siendo ideales para las personas que no están acostumbradas a cuidar de plantas o que no disponen de mucho tiempo para hacerlo.

A continuación te mostramos algunos consejos para que tus kokedamas se mantengan siempre en las mejores condiciones:

Ubicación y temperatura

Las kokedamas pueden estar ubicadas en cualquier ambiente interior que tenga buena iluminación, evitando exponerlas al sol directo. Es importante protegerlas de fuentes de frío y calor artificiales, así como de las corrientes de aire.

Para que las hojas no se vuelquen hacia la luz solar puedes girar la kokedama sobre su eje.

Humedad

En el caso de que el ambiente sea seco, podemos rociar con agua las hojas de la planta, pero no las flores.

Otra opción sería colocar un cuenco con agua debajo de la kokedama. También podemos colocar unas piedras en el cuenco para evitar que el agua toque el musgo

Riego

Debes tener en cuenta que la kokedama sufre más por el exceso de agua que por su falta y que se riega por inmersión, según las necesidades de la planta.

Tendrás que sumergir la bola totalmente en un recipiente con agua durante unos diez minutos. Cuando dejen de salir burbujas significará que está completamente regada. Después deberás retirar el agua, no apretando la kokedama para escurrirla.

Abono

En general, conviene abonarlas desde la primavera hasta el mes de octubre, aunque siempre dependerá del tipo de planta.

Es recomendable agregar algún fertilizante líquido en el agua de riego una vez al mes para aportar a la kokedama todos los nutrientes que necesita, manteniéndose así en perfectas condiciones.

Poda

Se deben cortar todas las ramitas que no estén en buen estado, con cuidado para no lastimar las hojas sanas.

La tijera tiene que desinfectarse con un poco de alcohol o desinfectante comercial antes y después de podar, para evitar la transmisión de enfermedades entre las plantas.

Musgo

Para mantener la humedad del musgo se aconseja pulverizar la kokedama de vez en cuando. Sin embargo, el musgo irá perdiendo su tonalidad con el paso del tiempo.

Además, puedes poner musgo nuevo cuando sea necesario

Por último, deberás controlar periódicamente la aparición de hongos e insectos que puedan afectar a la planta para combatirlos a tiempo y si hay gatos en tu hogar, debes tener cuidado porque ¡les encanta morder y jugar con la kokedama!

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